En la mayoría de ocasiones se nos llama la atención con grandes corpóreos, grandes vallas, grandes rótulos rojos con tipografía bold y tamaño 1,8 m. Pero en realidad el mundo es muy grande y nosotros muy pequeños.
El artista británico Slinkachu nos lo demuestra haciendo un diminuto retrato de la sociedad, jugando con el humor, la ironía, el surrealismo y la crítica social.
Ya hace más de una década que este artista coloca sus figuras por las ciudades de todo el mundo y ahora, en Londres ha creado su propia exposición, Miniaturesque.
Y es que la creatividad, no tiene porque ser gigante, exagerada y dársela masticada y con luces de neón al público. Se puede ir de lo pequeño a los más grande y conseguir emocionar e impactar de esta manera:
Fuente: Cribeo.com