El primer QR apareció en 1994 creado por la corporación japonesa Denso-Wave, aunque no fue hasta mucho después cuando empezó a ocupar espacios importantes en el marketing con los que se han realizado grandes campañas.
Hoy en día, han aparecido formas digitales aún más sorprendentes, pero eso no quita que sea un buen momento para recordar grandes campañas realizadas con el QR.
Supermercados Tesco en Corea del Sur.
No conseguían desbancar al líder E-Mart. ¿Qué hicieron? Empapelaron las vallas publicitarias del metro con imágenes a tamaño real de sus lineales del supermercado y cada producto venía acompañado de un código QR. Al escanearlo, el viajero podía realizar online el pedido, pagarlo y encargar su envío a su domicilio. La campaña ganó el León de Oro en el festival de Cannes en el año 2011.
Clear en Tailandia.
Para promocionar esta marca de champú, se generaron códigos QR en la cabellera de modelos. Un equipo de estilistas les cortó el pelo a imagen y semejanza de un código QR que linkaba con la página web del champú. Los modelos se desplegaron por las calles de Bangkok y hasta un célebre presentador de televisión se rapó la cabeza con la imagen. Las visitas a la web de Clear se incrementaron un 400%.
AXA Seguros en Bélgica.
Querían comunicar su nueva app para iphone y realizaron un spot en el que aparecía una casa sin puerta de entrada y en su lugar figuraba un código QR. Súbitamente, la vivienda se resquebrajaba. Para averiguar qué había ocurrido, el telespectador debía escanear el código QR, la inquietante historia se reproducía a continuación en su móvil.
E-Mart en Corea del Sur.
Esta cadena de supermercados se percató de que sus ventas bajaban considerablemente durante el mediodía. Esto les llevó a realizar la campaña Sunny Sale, en la que crearon un código QR que solo aparecía durante estas horas del día y al escanearlo, los clientes recibían un cupón de descuento para su compra. Esta campaña ganó 5 Leones en Cannes, 2 premios en London Inernational Awards y 7 premios en Spikes Asia en 2012.