Centradas en texto (como Twitter), en imágenes (como Instagram), en vídeo (como YouTube o TikTok)… Cuando creías que ya estaba todo inventado en las redes sociales, te llevas una sorpresa.
Muchos buscan una invitación para formar parte y todos hablan de ella: Clubhouse, la red social centrada en el audio y creada en mayo de 2020.
Para poder entrar, no solo necesitas descargarte la app, además se requiere de invitación de alguno de los miembros, y cada usuario de Clubhouse solo dispone de dos invitaciones en principio. Esto le da la popularidad de ser una especie de club privado para intelectuales.
¿Pero qué podemos encontrar en Clubhouse?
Aquí lo importante es escuchar y hablar. Nace del concepto de “mesa redonda virtual”. Se crean salas o foros donde se puede hablar y debatir sobre diferentes temas, mientras haces cualquier otra cosa.
Estas salas están regidas por un moderador. Si quieres participar en el debate, debes solicitarle el turno de palabra y él decidirá si te lo concede. También te pude invitar a decir la tuya y tú decides si aceptar o rechazar de forma cordial la invitación. Otra característica importante es que las conversaciones son efímeras, solo existen mientras exista la habitación, una vez cerrada, la conversación desaparece.
Como miembros destacados de esta nueva comunidad, podemos encontrar personalidades de diferentes ámbitos, como Oprah Winfrey, Elon Musk, Drake o Aston Kutcher.
On Clubhouse tonight at 10pm LA time
— Elon Musk (@elonmusk) January 31, 2021
Todo un éxito
Con menos de un año de vida, aún con sus limitaciones para acceder y solo estando disponible en Apple Store (se anunció que se lanzaría próximamente la versión para Android), está siendo un éxito. Sus servidores ya se han saturado en varias ocasiones, se ha creado todo un mercado negro para vender invitaciones, y ya le está saliendo competencia: Twitter anunció la creación de Spaces, para crear chats de audio entre diferentes miembros.
Otro tema interesante es que algunos miembros han advertido de graves fallos en la seguridad y la infracción de la ley de protección de datos europea (GDPR), además de la dificultad de moderar los miembros de una habitación para evitar discursos de odio, como ya se han denunciado en diversos medios. Pero de esto podríamos hacer una nota a parte.
Hoy por hoy, en Gete Comunicación aún no tenemos acceso, pero estamos pendientes de la evolución de esta nueva red social. El instinto nos dice que dará mucho que hablar. Y ya lo sabéis, si nos queréis invitar, ¡nosotros aceptamos encantados!